Enero17

miércoles, 16 de agosto de 2017

Un ejemplo de cómo practicar ho´oponopono



Te levantas algo cansado, y sin demasiadas ganas de “enfrentar” un nuevo día, te ha faltado algo de alegría últimamente, aunque ya no sientes ese dolor en el pecho, piensas:

-Bueno, lo mejor en estos casos es hacer
ho´oponopono; ”gracias, te amo, gracias, te amo”
Comienzas a repetir mentalmente tus mantras favoritos, mientras te aseas y desayunas.

Sales de casa para ir al trabajo.
-¡Ahh me voy encontrando mejor!-suspiras
Justo en el portal de tu casa, te cruzas con una vecina que te mira con desdén, de arriba a abajo.

-No soporto a esta mujer, no la soporto…-gruñes entredientes

-Stop, Stop-piensas-, Ayyy el espejo, algo tiene esta persona que no quiero ver en mí, bueno tendré que mirarme yo, en vez de juzgarle a ella. Uffff ?¿El trabajo espiritual nunca termina?-sonríes-sabes la respuesta.
Sigues practicando ho´oponopono, mientras caminas hacia el trabajo, últimamente te gusta cambiar de palabra o palabras, siguiendo tu sentir.

-Llave de la luz, llave de la luz, llave de la luz.
Te llama la atención un escaparate lleno de mariposas, en las últimas semanas, ves muchas mariposas a tu alrededor.

-Mmmmm…Simbolizan la transformación- piensas intrigada.
Llegas a tu aburrido trabajo, bien pagado, pero aburrido.

-Ayy Divinidad-pides mentamente, ayúdame a salir de este trabajo cuánto antes, si no tuviera tanto miedo de cambiar, si no fuese tan cobarde, lo que yo quiero es imposible, no puedo, no sé… tomas conciencia de que tu ego está tomando el control.

-Pensamientos negativos que aún me van a atraer más problemas-te dices a ti misma.
Dejas esos pensamientos que solo te bajan la vibración y sigues repitiendo,

-Llave de la luz, gracias, llave de la luz, gracias.
Has calmado la mente y estás concentrada en tu trabajo cuando sale tu jefe gritándoos, fuera de sí, a ti y a todos tus compañeros.

-¿Pero qué le pasa a este hombre? Alguien debería pararle los pies de una vez-susurras con indignación (cuidado con lo que pedimos…)
-¡¡¡¡¡Usted!!!!!!- sigue gritando tu jefe.
Te está señalando a ti.

- ¡¡¡A mi despacho yaaaa!!!
-Gracias, lo siento, perdóname, gracias lo siento, perdóname-sigues practicando ho´oponopono mientras entras en la “cueva del ogro”, sientes el cuerpo tenso y la boca seca.
Tu jefe comienza a hablarte levantando la voz y con gestos despectivos, lo estás escuchando mientras sigues repitiendo las palabras mágicas; indigo, indigo, indigo.
¿ ¡¡¡¡Ha entendido!!!!?-te increpa el jefe.
Y tú con una voz firme y tranquila, que no sabes de donde te nace, le contestas:
-Con su manera de hablarme me siento ofendida, me gustaría que a partir de ahora, por favor, me hable con respeto, si he cometido un error me disculpo y lo arreglaré aunque tenga que quedarme más tiempo en la oficina, pero tráteme con educación y respeto, por favor.
-Madre mía pero qué he hecho-piensas asustada, el tiempo se detiene y entras en una especie de eternidad incómoda, tu jefe te mira entre sorprendido y colérico, tú aunque estás temblando intentas mantener la compostura, tragas saliva.
-Gracias, te amo, gracias, te amo-sigues repitiendo mentalmente.
-¡¡Largo de aquí!!!-el grito se debe oír en todo el edificio.
Te vas, cierras la puerta, respiras.
No vas a entrar en luchas de ego, ya no, en ocasiones, es necesario poner límites y hacerse respetar, y tu jefe es uno de esos maestros que te lo muestran, te sientes tranquila, aunque quizás hasta te despidan del trabajo…el miedo vuelve a tentarte…-Bueno saldrá algo mejor –te dices no muy convencida.
Sigues repitiendo las palabras de ho´oponopono ;
-Fuente perfecta, Fuente perfecta.
Una compañera te hace un gesto cómplice y otro compañero te sonríe divertido.
-Fuente perfecta, Fuente perfecta, Fuente perfecta-te vas calmando.
Acaba tu aburrida y tensa jornada de trabajo y te marchas algo alicaída, decides pasear un rato para animarte un poco. Hablas con tu Dios interno.
-Divinidad, dame una señal contundente y clara que yo pueda entender, sobre qué rumbo tomar en mi vida laboral, gracias, te amo, gracias, te amo, gracias, te amo.
Te llama una buena amiga para tomar algo y charlar.
-¿Por qué no?- necesitas desahogaste un poco primero y reírte mucho después- Ayy los buenos amigos, gracias Divinidad, me he animado-sonríes- y mañana comienzo clases de baile- vuelves a sonreír-¡¡¡¡Hay que disfrutar de la vida y mantener alta la vibración!!!!!
-Gracias, lo siento, gracias, lo siento- pasan dos personas a tu lado charlando, no oyes nada, tan solo una frase, alta y clara;
-Hay que arriesgarse, explorar otros caminos- dice el transeúnte-sientes una cosita en el corazón, es una señal, la que habías pedido, y sientes con claridad, qué es necesario un cambio laboral ya, solo de pensar en ello tu corazón se pone contento y el corazón es quien debe llevar el mando en tu vida.
-Sí , quiero volar, es hora de tomar decisiones y soltar,¡¡¡ Basta de medias tintas!!! – musitas estas palabras mientras te brillan los ojos.
Estás tranquila, tienes a tu esencia divina que te va a ir guiando en tu camino ,y dándote fuerzas para no claudicar si viene la duda, la incertidumbre y el miedo, sigues caminando al encuentro de tu amiga…y de nuevas aventuras… gracias, te amo, gracias, te amo-sigues repitiendo las palabras de ho´oponopono.




Fuente: M.josé Cabanillas