Los decretos son palabras dichas que con su manifestación producen algo. Ya que son poderosos deben ser utilizados correctamente y en provecho de toda la humanidad. Un decreto es un ser viviente que nos socorre en momentos de crisis, nos proteje, nos envuelve y nos provee abundantemente todo aquello que pedimos. Su función es complacernos y a eso se dedica todo el tiempo. Un decreto no razona, por lo tanto es imposible que decretemos algo sin que eso manifieste. Tarde o temprano llega.