Desde los primeros tiempos la humanidad ha tenido la
necesidad de creer, historias pasadas de generación en generación y escritas
después nos cuentan de la devoción a tal o cual dios o dioses, postes sagrados,
cultos fálicos, dios del sol, de la tierra, las culturas antiguas han girado en
torno a la devoción y lo espiritual, desde su principio, hasta el punto que el
poder gubernamental y militar estaban supeditados al poder religioso de
chamanes, sacerdotes, oráculos y demás.
Al pasar el tiempo la gente se ha dado cuenta que los dioses
no responden de la misma forma que antes, la ciencia ha desvirtuado muchos de
los antiguos milagros venerados…
Pero la necesidad de creer en algo superior no ha cambiado,
solo ha mutado en algo diferente,
Ahora la humanidad tiene multiplicidad de otras cosas en las
cuales creer, desde cosas como extraterrestres, conspiraciones hasta la
devoción ciega por un equipo de futbol, el cantante de moda, una serie de
televisión, fanatismos que llevan hasta “dar la vida” por uno o por otro.
La devoción hacia las drogas, el cigarrillo, el alcohol, si
bien no son una religión establecida que yo sepa, llevan a la gente a actitudes
tan devotas como las de una fe religiosa.
Es innegable que la humanidad necesita creer en algo, desde
ateos hasta descreídos de dios se vuelcan a alguna devoción, tal vez ideas
políticas, personalidades encumbradas de la sociedad, y muchos ejemplos más que
usted mismo/a puede pensar.
En este punto es bueno autoanalizarse, ¿en que creo yo?
Cada cual tendrá su respuesta, pero es una obviedad que la
gran mayoría de la gente en nuestra sociedad cree en el poder del dinero como
el fin de sus problemas, o el principio?
Para comenzar a entender nuestra posición en el cosmos, es
necesario empezar a conocernos.
Con estas líneas mi humilde objetivo es poder amigo/a lector
darle un punto de partida para la introspección.