La sociedad hoy en día presenta todo tipo de situaciones estresantes, situaciones de peligro y otros factores más que nos obligan a mantener nuestra fe firme y derecha, muchos de estos factores pueden ser.
-La situación de crisis que vive la sociedad actual, manifestada en todos los aspectos: económicos (desempleo, endeudamiento, desigualdades...), sociales (hambre, enfermedades, droga...), políticos (conflictos étnicos, territoriales, nacionalismos...), medio-ambientales (sequías prolongadas, calentamiento de la tierra, desequilibrio climatológico, destrucción de la naturaleza...). Toda crisis produce inseguridad y propicia lógicamente la búsqueda de la salvación y seguridad en la experiencia religiosa. Toda crisis profunda ha hecho florecer los mesianismos, pero también la experiencia religiosa.
-La falta de certeza y unidad: El hombre moderno vive en un mundo pluralista y fragmentado; el saber se va especializando cada vez más, de forma que se sabe más sobre cosas concretas y menos sobre la totalidad; el saber especializado ha llevado a “un mundo de cosmovisiones fragmentadas” (4); por otra parte, el dinamismo progresivo de las ciencias y la fragmentación del saber es también un motivo de inseguridad y relativización del conocimiento y la verdad. El hombre de nuestro tiempo se siente impotente ante un mundo técnico cada vez más sofisticado, en el que la verdad escapa en una multitud de saberes dispersos. Es pues en cierto modo lógico que ante la falta de certeza y unidad, la persona busque en la experiencia religiosa una síntesis que le haga el mundo inteligible, le dé las certezas que no le puede dar el saber científico y le ayude a encontrar la propia identidad.
En ese marco de amplias oportunidades, y tan severas carencias y desigualdades ¿qué papel pueden cumplir las religiones para que el desarrollo llegue a los grandes sectores de la humanidad hoy excluidos?.
Más allá de cualquier hipótesis teórica al respecto, las religiones están actuando todos los días de modo muy concreto frente a estos problemas. Organizaciones de base católicas, ev
Más allá de cualquier hipótesis teórica al respecto, las religiones están actuando todos los días de modo muy concreto frente a estos problemas. Organizaciones de base católicas, ev
angélicas, protestantes, judías, musulmanas, y de todas las creencias trabajan a diario por los más desfavorecidos. En Argentina, por ejemplo, país en donde las políticas aplicadas, causaron que llevo en 12 anos la cifra de pobreza se elevara de un 33 a un 58% de la población, y buena parte de la clase media fuera destruida económicamente, Caritas la vigorosa organización de solidaridad de la Iglesia Católica esta dando protección a 3 millones de personas en base a 100.000 voluntarios, y la AMIA institución central de la comunidad judía ha desplegado una extensa red de protección social que ayuda a una de cada tres familias de esa comunidad de pequeña clase media destrozada por la crisis.
"Las entidades afiliadas a la Iglesia representan probablemente la más visible y extensa red de protección existente". Situaciones similares se repiten en todo el planeta.
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