Mandala es una palabra del antíguo idioma sánscrito traducida como Círculo Mágico.
Es un símbolo sagrado de sanación, totalidad, unión, integración, el absoluto.
Rajeev Nassib construyendo un Mandala |
Los mandalas han sido usado por los grupos espirituales desde hace mucho tiempo atrás. Observar o dibujar mandalas puede ayudar a curar la fragmentación psíquica y espiritual, también nos ayuda a manifestar nuestra energía creativa y a reconectarnos con nuestro Ser.
Un mandala puede variar en color y diseño, pero básicamente se conforma de un centro y los cuatro puntos cardinales.
Psicológicamente, los mandalas representan la totalidad de nuestro ser. Dado que reflejan la psique humana. Cada persona responde a ellos instintivamente, más allá de su edad, género, raza, cultura, etc.
Cuando nosotros trabajamos con los mandalas, es decir, si los dibujamos, si los pintamos, si caminamos sobre ellos etc. esto puede ser cómo un viaje hacia nuestra esencia, iluminando zonas del camino que hasta entonces habían permanecido obscuras y hasta ese momento ocultas, permitiendo que brote la sabiduría de nuestro inconsciente.
El mandala es una puerta hacia la zona más íntima del ser humano. Representa la condensación ordenante del universo. Mediante su diseño, contemplación y meditación el ser humano toma contacto con lo espiritual y se hace parte del todo armonioso, trascendiendo sus limitaciones presentes y las ataduras a su mundo material y conceptual.
¿Para qué sirve un Mandala?
Ellos pueden sernos útiles para:
-Atraer la Energía y la Asistencia necesarias hacia nosotros.
-Activar en nosotros y nuestro entorno la Energía que representan según sus colores y su símbologia.
-Meditar, a travez de su Contemplación.
-Generar en nosotros el estímulo para emprender un nuevo Viaje, de Meditación, de Trabajo, de Búsqueda, hacia finalmente: nuestro propio Centro.
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