Un cartero se metió con su bicicleta por un prado para acortar el camino y alguien que pasaba cerca, vio que un toro salió raudamente a perseguir al cartero. Después de pasar por muchos apuros, consiguió ponerse a salvo.
El caminante, que se había detenido a ver la escena le dijo: “-se salvó raspando, por poco lo agarra-” y el cartero contestó: “-como todos los días-”.
La reflexión de Anthony de Mello es: la gente no está dispuesta a renunciar a sus celos y preocupaciones porque las emociones negativas con sus punzadas, les dan la sensación de estar “vivos”.
Enero17
viernes, 8 de marzo de 2013
miércoles, 20 de febrero de 2013
Acción de los obsesores en los Centros Espíritas
(El Libro de los Médiums, Allan Kardec, ítem 340.)
Interesados en proseguir usufructuando de los vicios y de lo que consideran placeres, gran multitud de Espíritus todo hacen para impedir cualquier esfuerzo que busque liberar al ser humano de la inferioridad.
A través de los encarnados, tienen esos Espíritus posibilidades de sustentar el intercambio de energías desequilibrantes. Por eso, luchan por mantener las posiciones conquistadas junto a los hombres, como también se empeñan en impedirles la renovación para el bien.
Bajo ese aspecto, toda y cualquier actividad noble que tenga por objetivo librar a las criaturas humanas del yugo de las pasiones inferiores será objeto de sus envestidas, a fin de proporcionarle el desenvolvimiento. Natural es pues, que los Grupos Espíritas que lidian directamente con esos hermanos desencarnados sean blanco de su asedio, que se muestra especialmente intenso.
Todos nosotros, luchadores de la desobsesión, no ignoramos que somos vigilados atentamente por los obsesores. Al unirnos a algún caso de obsesión, automáticamente pasamos a recibir las vibraciones negativas de los perseguidores invisibles, que están actuando en el área bajo nuestro interés. Somos así investigados, analizados, acompañados. Meticulosamente examinados, ellos evalúan nuestra posición espiritual, la sinceridad de nuestros propósitos, la perseverancia en el bien, el esfuerzo que estamos empleando para mejorar y, está claro, las brechas que presentamos. Nuestros fallos y deficiencias son observados y aprovechados por ellos. Tienen incluso la intención declarada de sacarnos del camino, empleando, para alcanzar tal intento, todas las armas de que disponen.
Si estuviésemos invigilantes, descuidados, ofreciéndoles campo a las mentes desequilibradas que se acercan a nosotros y, encontrando desguarnecidas de nuestras defensas, tendrán posibilidades concretas de conseguir nuestro alejamiento y de regocijándose con nuestra caída.
Muchos son los medios usados por los obsesores, casi todos ellos bastante estudiados, pues ya sabemos que su acción es organizada. Usan de varias técnicas, induciendo en los integrantes de los grupos las ideas que elaboran. Usan, por ejemplo, la idea del comodismo para apartar a las personas de las reuniones, generando argumentos del tipo; "las reuniones son buenas, pero hoy yo no voy porque trabajé mucho"; "yo ya produje mucho en las reuniones, por esto faltar hoy no hace mal"; "yo soy muy asiduo, todo el mundo falta, menos yo"; "estoy cansado, voy a orar en la casa, hace el mismo efecto", etc.
Procuran diseminar la desconfianza entre los participantes, dando origen a pensamientos de este orden; ¿será que hablaron esto para mí?"; "pienso que están insatisfechos conmigo"; "creo que no confían en mí mediumnidad", etc.
Son muchos, como es fácil de imaginar, los recursos empleados, resaltando también las maniobras en el sentido de agudizar el amor propio, la susceptibilidad, el personalismo, el apego a los puntos de vista personales, la vanidad y toda la cohorte de deficiencias que avasallan al ser humano.
La acción de esos obsesores, lógicamente, no queda circunscrita a los grupos mediúmnicos. Ella se extiende en busca de terreno fértil y lo que fue dicho para las reuniones vale igualmente para todo el movimiento espírita.
Esa es la razón por la cual los Benefactores Espirituales no se cansan de alertarnos, reiterando cada día los apelos a nuestra reforma íntima. La mayoría de nosotros aun somos bastante teóricos, sabiendo de memoria páginas, citaciones, libros, pero consiguiendo poco vivir las enseñanzas adquiridas.
Los perseguidores son conscientes de eso. Saben perfectamente como nos resulta difícil vencer las pasiones que nos esclavizan, sobre todo en las circunstancias del día a día. Es a través de esas pequeñas brechas que intentan debilitar nuestras disposiciones más nobles.
Y, cuando sintonizamos en fajas inferiores, envueltos por esas vibraciones, tropezamos con los problemas de que otros compañeros son portadores, dejando que nuestra inferioridad contumaz asome, surgiendo, en consecuencia, los roces, las riñas, las divergencias difíciles de ser superadas.
No estamos queriendo decir que no deba haber divergencias. Estas son normales, lo que deseamos aclarar es que debemos vencer el apego a los puntos de vista y opiniones personales, los celos y las idiosincrasias que perturban el entendimiento, la fraternidad, la unión. Y no tengamos dudas: de eso se aprovechan los obsesores para fomentar la cizaña.
Es admirable, bajo todos los aspectos, la presciencia de Kardec a ese respecto. Profundo conocedor del alma humana, nos legó preciosas advertencias a las cuales deberíamos estar atentos y, sobre todo, siempre predispuestos a atenderlas. Es de lo que trata el magistral capítulo 29 de "El Libro de los Médiums" - que por si sólo es una base de enseñanzas tan oportunas y actualísimas que se diría haber sido escritas en los días de hoy.
Nuestra preocupación, pues, debe ser la de sentir y vivir las enseñanzas de la Doctrina Espírita, y si alguna competición haya de existir entre nosotros "que no deberá ser sino la de hacer cada uno mayor suma de bien". (Ob. Cit., ítem 349.)
Jorge Berrio Bustillo
Presidente
www.juanadeangeliscartagena.
martes, 19 de febrero de 2013
Malos olores y mala onda ¿ están relacionados?
A veces cuando caminas por ahí sientes un olor especial que te transporta a un momento especial, a una persona, los olores nos recuerdan a la gente que queremos porque como dicen los neurólogos el olfato tiene memoria. Tan así es que cuando no logras percibir olores debes hacerte revisar por un médico pues puede ser la señal de que estés en una primera etapa del Alzheimer.
Que ocurre entonces cuando tu percibes.. y solo tu olores nauseabundos que nadie más siente, que pasa con esos olores que se dan en ciertas horas, en ciertos sitios, aunque los parapsicologos afirman que las entidades espectrales no pueden emanar olores, existen muchos casos documentados donde se afirma sentir la fragancia de la abuela, olor a azufre y otros olores asociados con personas que no están más en este plano.
La recomendación para cuando sientas olores nauseabundos, (olor a cloaca sin un origen aparente, olor a azufre o simplemente olores desagradables) aromatiza el espacio con yerba buena, con tu perfume, con incienso, con aceites aromatizantes; resumiendo no les des más mportancia de la que tienen. los seres de otros planos no tienes poder en este mundo material en el que nos movemos. Así que aromatiza tu hogar, tu espacio, veras como la mala onda deja de percibirse y sentiras como se "aliviana" el ambiente.
Que tengas aromas deliciosos cerca tuyo es mi deseo.
lunes, 28 de enero de 2013
EL PROBLEMA DE LA EXISTENCIA DEL MAL Y GABRIEL DELANNE (reflexión espirita)
(David Santamaría) Si el espiritismo ha conquistado millones de adeptos en el mundo entero, no es solamente porque da a la humanidad, la demostración científica de la existencia del alma y de su inmortalidad, sino también porque aporta soluciones lógicas a todos los enigmas, que las religiones y las filosofías no han podido resolver hasta ahora.
Sin embargo, no podemos dejar de aceptar –en honor a la verdad- que esa demostración científica del alma y de su inmortalidad, por parte del Espiritismo, no ha cuajado en absoluto en el contexto cultural humano.
Posiblemente no se ha tenido en cuenta esa demostración por estar propuesta por “los espiritistas” como sinónimo de gente poco seria y fantasiosa. A pesar de ello, un día u otro – ojalá más pronto que tarde- la ciencia más vanguardista deberá reconocer esa realidad, porque en sus atrevidas investigaciones se encontrarán inevitablemente con el periespíritu, como parte más “material” del espíritu; y, de ahí hasta el alma, ya sólo hay algunos pasos más.
¿Y qué pregunta más angustiosa que la de la Existencia del Mal? ¿Cómo puede dejarlo subsistir un ser todopoderoso, si sólo de su voluntad depende que desaparezca?
¿Por qué los bienes naturales, salud, fuerza, inteligencia, parecen distribuidos al azar, lo mismo que la fortuna y los honores, cuando lo más frecuente es que sean patrimonio de los menos dignos?
¿Por qué esas calamidades que devastan de pronto un país, hundiendo en el dolor a millones de seres inocentes?
Si interrogáis a las religiones, sólo os responderán invocando el principio de la libre decisión de la divinidad, que puede, a su antojo, hacer barro de elección o de impureza. Salta a la vista la arbitrariedad de esta doctrina. So pena de una monstruosa parcialidad, un padre justo y bueno no puede predestinar a unos a la abyección, mientras otros no tendrán que hacer, más que vivir para llegar a la felicidad suprema.
Ciertamente es muy desorientador, además de imposible, el intentar conciliar la idea de una divinidad justa, sabia y todopoderosa, con el reparto de la “suerte” entre la población terráquea.
Si se interroga al Espiritismo, éste sí que tiene respuestas convincentes a nivel general, basadas en:
La doctrina de las vidas múltiples nos deja entrever parte de la solución del problema. Si se vuelve muchas veces a la tierra, esta serie de reencarnaciones nos colocará sucesivamente en todas las posiciones posibles, y la real desigualdad que para una sola vida existe, se compensa cuando se piensa en la multiplicidad de condiciones físicas, morales, intelectuales y sociales, que, alternativamente, se han ocupado aquí abajo. Lo que tendría de arbitrario, desaparece, si todos los seres inteligentes sufren pruebas semejantes, quedando así satisfecho el sentimiento de justicia que cada uno lleva en sí grabado.
Lo que no puede, lo que no debe hacer nunca el Espiritismo es proporcionar una opinión detallada a las situaciones concretas que se dan en nuestro planeta.
Una cosa es enunciar unas leyes de aplicación general y otra, muy distinta, el intentar dar respuesta a situaciones particulares. No se puede “jugar a adivino”; la mayor parte de las veces no se dispone de la información suficiente como para poder explicar el porqué, de determinadas problemáticas. Contentémonos -que ya es mucho- en comprender los planteamientos generales; y el más general es que de cualquier situación que vivamos siempre nos será posible extraer un provecho, por dura que pueda ser esa situación.
- El progreso.
El mal ya no es entonces más una fatalidad ineludible y desgraciada de la que no podríamos librarnos; parece como un acicate, como una necesidad destinada a impulsar al hombre en la vía del progreso. El progreso no es una utopía. La existencia del hombre en la época cuaternaria, errando a través de las selvas o yaciendo en las cavernas, no es comparable a la del más miserable de nuestros campesinos. A medida que conocemos mejor el mecanismo de la naturaleza, podemos utilizar las ciencias para mejorar nuestra situación física;
El mal toma así otro aspecto a nuestros ojos; el mal, o sea el dolor (físico o moral), la dificultad, la contrariedad,… viene a convertirse en el verdadero motor de nuestro progreso, hasta que éste pueda ser conducido exclusivamente por la voluntad.
La civilización proporciona al hombre una seguridad que sus precursores no conocían; Desde el punto de vista moral, los progresos han sido más lentos; todavía es cruel la lucha por la existencia, sobre todo en las ciudades, pero, ¿quién osaría comparar el proletariado actual con la esclavitud antigua? Si las guerras no parecen llevar trazas de extinguirse, han perdido parte de su horror primitivo.
Ojalá fuera del todo así. Las guerras siguen siendo una lacra de la sociedad, siguen siendo una expresión de la raíz de todos los vicios y de muchos de los conflictos humanos: el egoísmo.
Después del horror de la carnicería, los heridos son recogidos y atendidos, y el furor homicida se extingue cuando la bestia humana reposa. En vez de rematarlos, se cura a los heridos. El sentimiento de solidaridad se afirma con la multiplicación de los hospitales, con las pensiones a la vejez, con el auxilio concedido a los inválidos, igual que con las asociaciones que garantizan a sus miembros contra los riesgos de enfermedad y paro.
Se presiente el principio de un nuevo estado de cosas; si es todavía rudimentario y en muchos aspectos, defectuoso, nada impide creer que cada día adquirirá mayor impulso.
La evolución hacia lo mejor aparece como consecuencia de la elevación intelectual de la masa social, que la instrucción, liberalmente distribuida, comienza a despertar del letargo en el que durante tantos siglos yaciera para exclusivo provecho de sus explotadores. Ya no se espera la dicha de una intervención sobrenatural. Se comprende que ella será resultado del esfuerzo colectivo de todos. Hay que dejar a los aficionados a las paradojas fáciles la negación del progreso; éste es la ley espiritual que rige el universo.
Seguramente habrá un nuevo estado de cosas; ¿cuándo? Una respuesta fácil sería: cuando Dios quiera. A pesar de que en el fondo es así, no podemos dejar de pensar que las leyes divinas se aplican de forma automática y que los Espíritus superiores son los ejecutores de esas leyes. Por lo tanto, sin duda alguna, cuando ese estamento espiritual superior lo crea oportuno, se dará un impulso al progreso espiritual en detrimento, si es necesario, del siempre pujante progreso material.
Somos creadores de un determinismo ulterior, consecuencia de nuestras pasadas acciones, aun poseyendo la posibilidad de modificar nuestras existencias futuras en el sentido más favorable, según el grado de libertad moral e intelectual en relación con el punto de la evolución que hayamos alcanzado.
“Determinismo ulterior”: esa es la clave del problema. Determinismo que es la suma de esas consecuencias de acciones pasadas y, ciertamente, de nuestras necesidades de aprendizaje. Es importante este concepto básico en Espiritismo –bien señalado aquí por Delanne- sobre esa posibilidad permanente de modificar nuestro futuro a través de dignificar lo más posible nuestro presente.
- Consecuencias morales.
Las vidas sucesivas tienen por objeto el desarrollo de la inteligencia, del carácter, de las facultades, de los buenos instintos y la supresión de los malos.
Siendo la evolución continua y perpetua, la creación, en el curso de su existencia, es en todo momento lo que él ha hecho de sí mismo.
En efecto, cada uno de nosotros, lleva consigo una sanción inevitable que no puede ejercerse inmediatamente, pero que, tarde o temprano, tendrá una repercusión segura en las vidas futuras.
“Evolución continua”, ¡que gran y formidable verdad!; por lo tanto, siempre habrá conocimientos por conquistar, aprendizajes por realizar.
Las desigualdades morales e intelectuales no son, por lo tanto, el resultado de arbitrarias decisiones de la divinidad, ni de la justicia que se ve ofendida.
Partiendo todos del mismo punto para acabar en la misma meta, que es el perfeccionamiento de nuestro ser, pasando por todas las situaciones terrestres, existe, en realidad, una perfecta igualdad entre todos los individuos, compensándose las diferencias en el curso de múltiples vidas.
Esta comunidad de origen nos demuestra claramente que la fraternidad no es una vana palabra. En todos los grados de evolución, nos sentimos unidos los unos a los otros, de modo que no existe ninguna diferencia radical entre todos los pueblos, a despecho del color de su piel y de su estado de adelanto. La evolución no es solamente individual; es colectiva. Reencarnándose por grupo cada nación, existe una responsabilidad colectiva como existe una individual; de esto se deduce que cualquiera que sea nuestra posición en la sociedad, tenemos interés en mejorarla, ya que, en realidad, con ello preparamos nuestra suerte futura.
La fraternidad, conduciéndonos cada vez más a comprender que esencialmente todos somos iguales, acabará por erradicar, inapelablemente, la lacra del racismo.
Por consiguiente, el egoísmo es a la vez un vicio y un mal cálculo, puesto que el mejoramiento general no puede resultar más que del progreso individual de cada uno de los miembros que constituyen la sociedad:
La palingenesia es, pues, una doctrina esencialmente renovadora y un factor de energía, puesto que estimula en nosotros la voluntad, sin la cual no podría realizarse ningún progreso individual.
La solidaridad se impone a nosotros como una condición esencial del progreso social;
El mal, por consiguiente, no es una necesidad fatal impuesta a la humanidad; puede y debe salvarse, ya que es, pura y simplemente, el resultado de nuestra ignorancia de las leyes físicas y morales que rigen el mundo.
Y, a medida que aprendemos, ese mal, esa ignorancia de las leyes que remarca Delanne, se irá diluyendo ante el empuje continuo de la comprensión y de la inteligencia; inteligencia que nos enseña, que es bueno para nosotros, el comportarnos cada vez más honorablemente.
En resumen, la teoría de las vidas sucesivas satisface todas las aspiraciones de nuestras almas, que exigen una explicación lógica del problema del destino. Se concilia perfectamente con la idea de una providencia, a la vez justa y buena, que jamás castiga nuestras faltas con eternos suplicios, sino que nos deja a cada instante el poder de reparar nuestros errores al elevarnos lentamente, por nuestro propio esfuerzo, franqueando los peldaños de esta escala de Jacob, cuyos primeros escalones se hunden en la animalidad, mientras los más altos se levantan hasta la espiritualidad perfecta.
Excelente conclusión de este capítulo final de su obra; realmente la teoría reencarnacionista -prácticamente comprobada por la ciencia psicológica- es la única que concilia a la Providencia divina con las situaciones difíciles de los mundos inferiores. Dios no nos desampara jamás; Dios no comete arbitrariedades; Dios nos da las oportunidades necesarias, las reencarnaciones que nos hagan falta, para aprender y progresar por nosotros mismos.
Digamos con Maeterlinck:
Reconozcamos, de paso, que es muy lamentable que los argumentos de los teósofos y de los neo-espiritistas no sean perentorios; puesto que no ha habido creencia más bella, más justa, más pura, más moral, más fecunda, más consoladora y, hasta cierto punto, más verosímil, que la suya.
Es la única, con su doctrina de las expiaciones y de las purificaciones sucesivas, que da cuenta de todas las desigualdades sociales, de todas las abominables injusticias del destino. Pero la calidad de una creencia no demuestra su verdad. Aunque sea la religión de quinientos millones de hombres, la que más se acerca a los misteriosos orígenes, la única que no es odiosa y la menos absurda de todas, será preciso que haga lo que las otras no hicieron, aportarnos irrecusables testimonios, pues los que hasta hoy nos ha dado, sólo son la sombra de un principio de prueba.
-(no sabemos a qué obra de Maeterlinck pertenece este párrafo mencionado por Delanne)-.
Creo haber aportado las pruebas que Maeterlinck pide.
Poseemos actualmente una demostración positiva que nos permite comprender, no sólo la supervivencia del principio pensante, sino también su inmortalidad, ya que durante millones de años hemos evolucionado en esta tierra que abandonaremos el día en que nada tengamos que aprender en ella.
Así termina esta acertada exposición del ingeniero y excelente investigador espiritista Gabriel Delanne. Ojalá que las obras de este autor pudieran ser consultadas con facilidad por los estudiosos del Espiritismo. Aunque siempre haya sido un autor minoritario, merece remarcarse su monumental obra “Investigaciones sobre la mediumnidad”, donde traza una gran revista a todo tipo de fenómenos anímicos y Mediúmnicos.
También hay que destacar que en este 2007 se cumplen 150 años de su nacimiento; prácticamente nació al mismo tiempo que Kardec publicara “El Libro de los Espíritus”. Es importante resaltar la amistad entre Kardec y el padre de Delanne.
Sirva este recorrido por parte de una de sus obras como homenaje a este tenaz luchador.
Flama Espirita, número 123 (Enero/Marzo 2007) Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
lunes, 21 de enero de 2013
Que es el Tarot y para que sirve.
El tarot es una baraja con la que se puede jugar y también permite adivinar el futuro. Partiendo del hoy de lo que se está viviendo en el momento que el consultante solicita la tirada, esto es importante saberlo, muchas personas piensan que esto es un método efectivo de adivinanza, no debe olvidar que las cartas muestran el momento, el futuro lo determina cada uno con sus acciones y las de los otros.
Las cartas del Tarot segun una página amiga llamada están llenas de simbología de todo tipo. A pesar que se cree que el Tarot como tal tiene su origen en Italia en el siglo XIV en un juego de naipes, se sabe que está inspirado en juegos parecidos que ya existían mucho antes: en China en el año 1120 un juego de cartas de marfil y el ajedrez; o en la India un juego de naipes adivinatorios. Luego de Italia pasó a Francia y de ahí al resto de Europa. Para otros el Tarot fue introducido en Europa por los gitanos que provenían de Asia Central. Para un erudito del tema del siglo XIX, Oswald Wirth, el Tarot es una obra de imaginería nacida en la Edad Media como fusión de varios símbolos y antiguas filosofías: los naibis, la numerología, la cábala y la simbología de la astrología. En España, concretamente, debieron llegar en el siglo XIV, ya que existe un libro del obispo Lope Berrientos, escrito en el siglo XV, en el que habla sobre él.
La etimología del Tarot es muy controvertida y existen muchas versiones distintas. Unos dicen que proviene del hebreo (dicen que deriva de Théraph = tablas del oráculo judío) o del chino o del griego (dicen que deriva de la palabra eratoi = compañeros) o del árabe (dicen que deriva de la palabra tar = enemigo) o del latín (dicen que deriva de la palabra terere = barajar) o según la Corte de Gobelin (que deriva de la palabra egipcia tar = vía o camino y rog = rey o real). Para otros proviene de la Doctrina de Coth. Según Papus y Guillaume Postel, proviene del tetragrama cabalístico de los judíos. Para J.A. Vaillant proviene de los fenicios Ashtaroth, que significa a la diosa madre progenitora de los series vivos.
Como ven, las conjeturas son muchas y variadas. Posiblemente algunos tengan razón, pero lo que es seguro es que toda la simbología de la que van cargadas estas cartas proviene de religiones, filosofías y culturas muy antiguas. Este hecho demuestra que desde antiguo los sabios estuvieron interesados en los métodos adivinatorios.
Como está formado.
El Tarot está formado por 78 cartas divididas en: los Arcanos Mayores y los Arcanos Menores. La lectura del Tarot puede hacerse con los Arcanos Mayores solos o con ambos juntos.
Los Arcanos Mayores son 22 cartas, en las que está representado el universo desde su creación y el mundo terrenal hasta el mundo espiritual. Las cartas del Tarot están llenas de simbología de todo tipo. Aparte del significado que cada figura representada en cada carta, intervienen otro tipo de símbolos: numerología, el significado de los colores, la lectura de los gestos y las posiciones de las figuras y los elementos.
Los Arcanos Menores son 56, los triunfos o naipes, como los de una baraja española: As, hasta el X, Sota o Valet, Reina y Rey.
Existen varios tipos de Tarot distintos: el Gringonneur o baraja de Carlos V, el de Yale, el de Colleoni, el de Brera o Brambilla, el de Magtegna, el de Minchiate (Florencia), el de Etteila, el de Visconti-Sforza (siglo XV Bergamo), el de Marsella, el Egipcio, Alquimístico, el Gitano, el de París, el Alemán, el Clásico (1880 Piamonte, Italia), el de Besançon, Arthur E. Waite 1910, Aleister Crowley de 1944, el de Dalí, Erótico de Lucca Raimondo de 2000, ...
Los Tarots que tuvieron más éxito fueron el de Marsella, los italianos y los españoles.
El Tarot de Marsella es el más utilizado en el mundo. Nació en Francia en el siglo XV y principio del XVI y varía un poco con los italianos. B.P.Grimaud contribuyó a ello en el siglo XIX. En Francia cambiaron los 4 palos de las barajas italianas: oros, copas, espadas y bastos por diamantes, corazones, picas y tréboles respectivamente. De ahí nació el juego del Póquer. De éstos nacieron los Tarots de Etteilla y los tarots satíricos, para burlarse de la nobleza y los políticos.
Con el Tarot de Marsella se puede jugar a las cartas -de hecho se hacía-, aunque su fin primordial es el adivinatorio.
Los Arcanos Mayores, en su conjunto, representan al universo y están divididas en 3 grupos: las cartas del conocimiento, las de la acción y las de la emoción. Dicho de otra manera, representan los 3 planos: material, espiritual y anímico. Cada carta tiene su significado, pero siempre estará condicionada por las cartas que la rodean para poder sacar una conclusión. Todas las cartas pueden ser positivas y negativas, dependerá de su posición en la tirada
Las tiradas
Son necesarios una serie de requisitos para echar las cartas. Para muchos es necesario unos minutos de meditación y concentración antes de tirar las cartas. Un tapete morado (el color de la mutación y trasgresión, del cambio), una vela blanca, incienso, no cruzar las piernas para que las energías fluyan (ni el consultante ni el cartomántico)... todo ello contribuye a crear el clima apropiado. Luego, hay que intuir cual es la tirada que hay que elegir para responder a las necesidades del consultante.
Por último, existen diferentes tiradas distintas para poder realizar una lectura de cartas: el Juego de las 3 cartas (pro, contra, resultado; o adversario, consultante, resultado), la Cruz Celta o de las 6 cartas, el Juego de las 11 cartas, el Juego de la Diana, el Juego de la Pirámide, el Juego de la Estrella de Bohemia, la Estrella de David, el Calendario del Futuro, La Gran Rueda, la Rueda Pequeña, la Tirada Real, Tirada de las 21 cartas, el Cuadro Mágico, la Cruz Mística, la del Abanico, el Árbol de la Vida, etc.
En realidad cada persona acaba creando su forma personal de tirar las cartas, siempre basada en una de las arriba citadas. Lo importante es crear su propio código. Lo mismo ocurre con la forma de barajar y de cortar las cartas. Cada uno tiene su forma de cortarlas, en 2 montones o en 3. Y de barajarlas: algunos dividen el motón en dos y las mezclan horizontalmente a la altura del 6º chakra; otros las mezclan como si se tratara de las fichas de un dominó, para que unas queden al derecho y otras al revés. Para unos es fundamental que el corte y la elección de las cartas se haga con la mano izquierda, el subconsciente; otros prefieren el corte con la mano derecha, que es la que está en contacto con el universo y es como vamos evolucionando las personas; en cambio para otros da igual la mano con la que se haga.
jueves, 17 de enero de 2013
CERRANDO CICLOS
Siempre es preciso saber cuándo una etapa llega a su final. Si insistiéramos en permanecer en ella más del tiempo necesario, perderíamos la alegría y el sentido de las otras etapas que necesitamos vivir.
Cerrando ciclos, cerrando puertas, terminando capítulos. No importa el nombre que demos, lo que importa es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya se acabaron.
¿Fue despedida del trabajo?
Termino con una relación amorosa?
¿Dejo la casa de sus padres?
¿Partió para vivir en otro país?
¿La amistad cultivada durante bastantes años se acabo?
Podemos pasar mucho tiempo preguntándonos porque ha pasado eso…
Podremos decir incluso para nosotros mismos que no daremos un paso mientras no entendamos las razones que llevaron a ocurrir ciertas cosas, que eran tan importantes en nuestras vidas, ser convertidas en polvo.
Más tal actitud será un desgaste inmenso para todos: para sus padres, para sus amigos, sus hijos, sus hermanos, todos estarán cerrando capítulos, pasando la hoja, siguiendo adelante, y todos sufrirán al ver que usted está parado. Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado. Ni incluso aun mismo cuando intentamos entender las cosas que nos acontecen.
Lo que pasó no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos que se sienten culpables o rencorosos con los padres, amantes que reviven noche y día una relación que fue y que se fue y no tiene la menor intención de volver.
Las cosas pasan, y lo mejor que podemos hacer es dejar que ellas realmente se puedan ir, aunque… Por eso es tan importante (por más doloroso que sea) destruir los recuerdos, dar las cosas y/o recuerdos para los orfanatos, vender o donar los libros que poseemos.
Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que está aconteciendo en nuestro corazón… y deshacerse de ciertos recuerdos significa también abrir espacio para que otros tomen su lugar. Dejar ir las cosas. Soltar. Desprenderse. Nadie está jugando en esta vida con cartas marcadas, por tanto algunas veces ganamos y otras perdemos…
No esperes que te devuelvan algo, no esperes que reconozcan su esfuerzo, que descubran que te querían, que entiendan su amor. Pare de encender su televisión emocional y asistir siempre al mismo programa, que muestra como usted sufrió con determinada perdida: eso solo la estará apenas envenenando, y nada más.
No hay nada más peligroso que el rompimiento de las relaciones amorosas porque no son aceptadas, promesas de empleo que no tienen fecha marcada, decisiones que siempre son odiadas en nombre del “momento ideal”.
Antes de comenzar un capítulo nuevo, es necesario terminar el antiguo:
¡Dígase a sí mismo que lo que pasó, pasó! aprenda de ello y siga adelante Acuérdese de que hubo una época en la que podía vivir sin estar viviendo lo que dejo, sin aquella persona – nada es insustituible, un habito no es una necesidad. Puede parecer obvio, puede ser muy difícil, más es muy importante.
Cerrando ciclos. No por causa del orgullo, por incapacidad, o por soberbia, más si porque simplemente aquello ya no encaja más en nuestras vidas.
Cierre la puerta, cambie el disco, limpie la casa, sacuda la alfombra. Deje de ser quien era, y transfórmese en alguien mejor y asegúrate de que sabes muy bien quién eres tú, conócete a ti mismo, antes de conocer a alguien y de esperar que el vea quien eres tú. Y acuérdate: “Todo lo que llega, llega siempre por alguna razón” y todo lo que se queda atrás también pasa y se pierde por una razón.
Damas Heliosophicas Guatemala Rogelia de Bravo
Cuento al espiritu: EL Sabio y El Rey
El Sabio y el Rey
La forma de decir las cosas puede cambiar el ánimo y disposición de quienes te escuchan.
Un Rey soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.
- ¡Qué desgracia mi señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad.
- ¡Qué insolencia! - gritó el Rey enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo:
- ¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.
Se iluminó el semblante del Rey con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
- Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Sabio - que todo depende de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas. La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.
"El hombre ha recibido el don de la palabra... y cuando la emplea adecuadamente transmite mensajes que nos ayudan a ser mejores. "
Extraído de Internet
Perfume de esperanza
Perfume de esperanza
¿Será cierto que la Esperanza es el sueño
del hombre despierto como pensaba Aristóteles?
Quizás la Esperanza sea sólo el producto
de aquello que ignoramos y que, más bien,
la Desesperanza se base únicamente
en lo que ya sabemos.
¿Y si la Esperanza nos engaña
y sólo pretende ayudarnos a transitar
por un camino vestido de verde
una y otra vez hasta el final
de nuestros días?
Quizás deba imaginarme a la Esperanza
como a una bella flor
que despide un perfume
cargado de ilusiones y sueños pasajeros.
¿Y si la Esperanza fuera sólo un préstamo
que me entrega la Felicidad
cuando me ve desesperada
porque ella (la Felicidad) sabe muy bien
que el Temor está pisándome los talones?
Quizás la Esperanza esté reservada
sólo para los valientes....
Es que la Esperanza, al fin y al cabo,
no es que nos haga creer que no existan problemas,
sino, más bien, nos hace ver
que los problemas no son eternos, que las heridas
y decepciones se pueden curar
y que los problemas se pueden superar.
No podemos permitirnos perder el control
sobre nosotros mismos,
ni achicarnos ante la adversidad.
Conjugando los verbos "amar", "sufrir",
"equivocarse" e " intentar" (una y otra vez)
a través de nuestras vidas,
podemos dejar que la Esperanza
nos abra la puerta y nos permita
salir de la oscuridad hacia la luz.
Hoy, por lo pronto, te susurro al oído
mientras te tomo del brazo:
¡Bienvenida seas querida Esperanza!
Marisol
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